El SME en la Comisión de Sanidad del Parlamento Vasco

Solicitaron nuestra presencia para conocer nuestra opinión sobre las declaraciones de la Consejería de Interior sobre absentismo en la Ertzaintza

El pasado lunes, 19 de abril, el Sindicato Médico de Euskadi.SME compareció en la Comisión de Sanidad del Parlamento Vasco a solicitud de los grupos políticos. El motivo de esta invitación fue la posición manifestada por el SME ante las declaraciones que los medios de comunicación ponían en boca del Consejero de Interior, Rodolfo Ares, sobre el problema de absentismo laboral de la Ertzaintza.

Según estos medios el representante de Interior depositaba parte de la responsabilidad del absentismo laboral en los hombros de los facultativos y anunciaba reuniones con mandatarios de Osakidetza para solventar el problema.

Tras varios días sin recibir ninguna comunicación por parte de los responsables institucionales sobre este polémico asunto, decidimos hacer público nuestro más rotundo rechazo ante la más mínima insinuación de que el colectivo médico tenga algo que ver con el problema de absentismo laboral que pueda tener la policía autónoma vasca.

Ante los representantes políticos de la Comisión de Sanidad del Parlamento, nuestra exposición volvió a ir en el mismo sentido: la baja laboral no es un mero trámite burocrático que el facultativo dispense al albur de intereses personales, institucionales, políticos o de racionalización económica en tiempos de crisis o bonanza.

Nuestra labor asistencial se realiza en el contexto del acto íntimo y personal de la consulta médica, en la que un paciente expone sus problemas de salud y es el médico quien, tras realizar un diagnostico, establece un plan terapéutico acordado con el paciente. Un plan que, obviamente, dependiendo de su actividad laboral verá necesaria o no una incapacidad laboral temporal (baja).

Todo ello con el único objetivo de mejorar y/o preservar salud del enfermo. El acto de la consulta, en general, y las bajas y altas laborales, en particular, no pueden estar nunca, por tanto, sujetas a injerencias externas y mucho menos depender de conveniencias coyunturales y/o  intereses ajenos al propio bienestar del paciente; de lo contrario su salud podría ser la más perjudicada. El médico (y su autonomía en decidir un tratamiento) es el garante de que esto sea así y por ello es el único profesional cualificado y legalmente habilitad para ello, sin que sea de recibo presión alguna, ni del Departamento de Interior, ni siquiera de la propia Osakidetza.

La salud forma  parte de la naturaleza y de los derechos humanos, y sus  leyes no se pueden modificar por vía de las cifras, normativas o presiones. Si determinados colectivos, en este caso del Departamento de Interior, tienen un índice elevado de absentismo (y éste fuera achacable a las bajas laborales) en ese colectivo existe un problema y es dentro del mismo donde lo tienen que resolver haciendo un estudio de las causas, modificando aspectos laborales…. pero nunca echando balones fuera y depositando la responsabilidad sobre quienes, precisamente, tienen como elemento central de su código deontológico, el atender a la salud de toda la población, también la de los ertzainas.

Un pacto por la sanidad vasca

El Sindicato Médico tiene la sospecha de que, como en anteriores ocasiones, se encuentra en el epicentro del debate político y que corre el riesgo de ser utilizado como marioneta en beneficio de los intereses de uno u otro partido, independientemente de que esté en la oposición o en el gobierno.

El SME volvió a dejar meridianamente claro en la Comisión de Sanidad su carácter profesional y apolítico. Y volvió a recordar ante los representantes políticos que nuestra labor se centra en la defensa del colectivo médico y de una sanidad digna para este país, gobierne quien gobierne… Y, por supuesto, que nosotros no somos el problema, ni la solución para el absentismo laboral de ninguna empresa.

En este sentido, nos negamos a participar en el rifirrafe político que se pueda dar en cualquier momento sobre los problemas de la Ertzaintza,… (beneficie a quien beneficie) y volvimos a poner sobre la mesa la urgente necesidad de un pacto global y a largo plazo de la mayoría política del Parlamento Vasco, que permita volver a poner en el lugar que estuvo Osakidetza independientemente de quién esté en el gobierno en cada momento, afrontando los nuevos retos a los que no están se dando las soluciones necesarias.