Encierro para evitar el entierro

El 18 de septiembre las personas que componemos Osakidetza, plantilla y personas usuarias, nos encerramos en los centros de referencia para exigir el mantenimiento de la calidad del servicio de Osakidetza.

 

La Comunidad Autónoma Vasca destina 1.000 millones de euros menos a gasto sanitario en proporción a la riqueza generada que la media de la OCDE, una brecha que ha aumentado desde la puesta en práctica de las políticas de «austeridad». Esta falta de financiación está ahogando a Osakidetza.

 

El deterioro en las condiciones de trabajo y, sobre todo, la destrucción de empleo realizada por la Dirección de Osakidetza durante los últimos 4 años han llevado a nuestro servicio de salud al límite, solo el sobreesfuerzo de la plantilla y la comprensión de las personas enfermas están evitando un conflicto de otro nivel.

 

No hay personal suficiente, el personal que todavía puede trabajar lo hace con cargas de trabajo insoportables y , además, debe observar cómo se le humilla reduciéndole el poder adquisitivo en un 17%, penalizando su derecho a enfermar, aumentando la jornada laboral, privatizando nuevos servicios, evitando sustituciones…

 

A ello debemos sumarle que Osakidetza no negocia ni realiza ninguna propuesta concreta, en la Mesa Sectorial del lunes nos insulto con una propuesta de OPE de 60 plazas y no dando respuesta al resto de nuestras reivindicaciones. Quien osa a criticar estas prácticas es tildado de alarmista o de entonar la canción del verano, frivolizando una situación muy dura, tanto para quienes están trabajando, como, sobre todo, para quienes han perdido el empleo y deben sufrir el

empeoramiento de la calidad del servicio.

 

Este encierro es el preludio de nuevas movilizaciones a realizar por parte de la plantilla y, en general, la sociedad. Si Osakidetza no da pasos para modificar esta situación, creando y estabilizando el empleo, y abonando inmediatamente las últimas convocatorias de desarrollo profesional, nos vamos a ver abocados a un conflicto de gran envergadura. En manos de Osakidetza está modificar esta situación.