El jueves día 4, con una huelga de 24 horas en todo el servicio de salud de Osakidetza, culmina la serie de paros que hemos promovido desde el conjunto de los sindicatos de la sanidad.
En todo este tiempo, Osakidetza sólo ha puesto encima de la mesa lo que le interesa, la OPE. En el resto de los problemas planteados (jornada y Carrera Profesional particularmente) no se ha movido ni un centímetro. Ello no le ha impedido declarar en prensa exactamente lo contrario, atribuyendo el inmovilismo a la parte sindical.
Hay quien dice que la huelga es sólo un alivio para las arcas de Osakidetza. Nada más lejos de la realidad. De la huelga, Osakidetza saca poco dinero y bastante desgaste publicitario. Un vistazo a lo que nos han quitado en el último quinquenio muestra a las claras a costa de quienes ha sido posible que Osakidetza cuadre sus cuentas y el enorme volumen de nuestra forzada contribución. El gasto de personal ocupa el 60% de la factura sanitaria. Los sanitarios (y la población) estamos siendo los paganos del recorte.
