La escasez de médicos: í¿Catástrofe o bendición?

Es general la penuria de médicos, lo estamos oyendo y leyendo por doquier. Esto, como todo en la vida, tiene dos caras, y, al igual que ocurre con todo cambio, las opiniones suelen ser muy divergentes, según lo que a cada cual le toque en la feria, y en función de cómo, cada uno de nosotros interpreta aquello del vaso medio lleno o medio vacío. La coyuntura no es nada mala, sino todo lo contrario, para los licenciados de estos últimos años. Son afortunados porque no conocerán los largos años de trabajo precario y los apuros económicos de sus predecesores; años de hierro que marcaron a toda una generación; años en los que abundaron la emigración y el abandono de la profesión.
Tampoco resulta negativa la situación para el conjunto de la profesión: con la demanda de médicos creciendo, las retribuciones presionan al alza, y ello es especialmente significativo en un contexto de recesión económica general como el que empezamos a padecer.
Claro que -ya lo decía hace unas líneas- toda cara tiene su cruz: Si no hay médicos disponibles significa más horas de trabajo a repartir. Ya se está viendo este verano con meridiana nitidez: No hay sustitutos y toca hacer horas extras.

Una coyuntura profesional de alta oferta de puestos de trabajo y salarios al alza, una situación que otros sectores económicos juzgarían idílica, es vista por otros como intolerablemente negativa…… ¿cómo acertar?