Modificación de la Directiva Europea sobre tiempos de trabajo

El miércoles 17 de Diciembre, se vota en el Parlamento Europeo, la propuesta de modificación de la Directiva Europea sobre Tiempos de Trabajo. Como es de sobra conocido, esta Directiva define tiempos máximos de trabajo, ritmos, descansos obligatorios, trabajo nocturno…… entre otros muchos aspectos que regulan el trabajo asalariado.

Desde hace varios años, casi desde que se promulgó, diversos grupos de presión, de varios países europeos, trabajan para reformar la Directiva, anulando o modificando las disposiciones que, a su juicio, interfieren y dificultan la gestión de las empresas y los servicios públicos. Todo ello, obviamente, desde la visión unilateral de la gestión empresarial, sin que, a este respecto, mantengan grandes diferencias la empresa privada y la administración pública.

Las modificaciones previstas afectan -para peor- al conjunto de los trabajadores asalariados, pero inciden con especial fuerza en los médicos, a tal punto que la iniciativa legislativa parece especialmente dirigida a nuestra profesión. Los cambios de mayor potencial lesivo son tres:

  • La jornada máxima pasa de 48 a 65 horas semanales.
  • Aparece el «tiempo inactivo de atención continuada» que no es tiempo de trabajo, pero tampoco es tiempo libre.
  • Desaparece la obligación del descanso inmediato tras 24 horas de trabajo ininterrumpido.

Cualquiera que conozca el trabajo de un hospital, especialmente en lo referente a las guardias, puede calibrar las nefastas consecuencias de esta iniciativa legislativa.

Para el día 15 de Diciembre (48 horas antes de la decisiva votación) se está perfilando una protesta médica general en toda la Europa Comunitaria que incluirá una gran manifestación de médicos en Estrasburgo, frente al Parlamento Europeo, así como acciones en todos y cada uno de los países miembros. Por primera vez, todas las organizaciones que representan a los médicos europeos, incluyendo a los médicos en formación y a los estudiantes de medicina convocan protestas conjuntas.

En Euskadi pondremos nuestro granito de arena, modesto, como es obvio pero importante, como cualquier otro. No podemos quedarnos en casa a verlas venir.