Nuevo curso, viejas tácticas

Osakidetza y el Departamento de Sanidad inician el nuevo curso con la misma política del anterior: con las manos vacías y la boca llena de bonitas palabras, tanto más llena ésta, cuanto mayor la desnudez de aquellas. Durante el mes de Agosto (será por aquello de la escasez de noticias) nuestros dirigentes sanitarios se han prodigado en la prensa anunciando la buena nueva para el otoño… esperaremos a ver. Nos prometen el parto de los montes, pero, de momento, sólo ellos conocen a la criatura, y eso que proclamaron a los cuatro vientos su intención de contar con los profesionales, tal como nos lo recordó el Director General -sin perder la compostura y mirando al frente- diciendo en prensa aquello de que… «Osakidetza cuenta con los profesionales sanitarios en todas las decisiones importantes que está tomando…».

«Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces» establece la sabiduría popular, y es que, muy al contrario de lo que nos dicen y repiten, el oscurantismo y la ocultación constituyen notas destacadas en la alta gestión de este departamento. A las pruebas nos remitimos, pues hasta la fecha de hoy, Osakidetza no se ha molestado en informar, siquiera de uno sólo de sus proyectos, y mucho menos de sus decisiones en firme: la nueva estrategia de abordaje de crónicos, la gerencia única para AP y Hospital, la política de genéricos, el desmantelamiento del Banco de Sangre de Gipuzkoa, el nuevo Hospital de Vitoria, las 130 plazas amortizadas……..

Una segunda marca que caracteriza la dirección de la empresa Osakidetza es el autoritarismo y la imposición. Cierto que no se trata de una marca original, puesto que no ha faltado en tiempos anteriores, pero ahora la encontramos aún más destacada y prominente; que se lo digan a los médicos del PAC en el asunto de los sábados, o a las hematólogas del Banco de Sangre de Gipuzkoa, que, con 30 años de servicios y 60 de edad, tendrán que ir, todos los días, de Donostia a Galdakao…. y les niegan la carrera profesional…… y si no están contentas, ya saben donde tienen la puerta…….

El autoritarismo que mana abundante desde la cúspide, se ha filtrado rápidamente a los mandos periféricos. Crecen las denuncias de actuaciones caciquiles por parte de gerentes de toda la red: Hospitales, Comarcas de AP y Salud Mental.

Y es que el autoritarismo (no confundir con la autoridad) y la arbitrariedad, están siendo estimuladas por la destrucción del sistema regulatorio de Osakidetza. Es una destrucción por abandono, una destrucción pasiva, pero no por ello menos devastadora: Las comisiones de control no se convocan, las listas de contratación temporal se saltan a gusto y conveniencia de los gerentes, no se informa adecuadamente de los contratos y nombramientos realizados, hay comisiones de servicio que se revocan sin fundamentar las razones y sin comunicarlo a los órganos de representación … hasta el mismo Acuerdo de Condiciones de Trabajo (que es un texto legal) es burlado con frecuencia por mandos de todo tipo que lo retuercen y malinterpretan, con total impunidad, pues no se convoca la Comisión Paritaria que podría atajar los abusos.

Valga para ilustración un ejemplo que estamos detectando con preocupante frecuencia. Se trata de ciertos Servicios que ordenan a un adjunto que, tal o cual día concreto (y sólo ese día) tiene que trabajar por la tarde; la orden, por supuesto, transgrede las disposiciones del Acuerdo sobre jornadas, trabajo a turnos y carteleras. Digamos que los Jefes de Servicio no suelen conocer la legislación laboral, si bien el hacerlo debiera formar parte de sus cometidos, pero lo más grave es el silencio cómplice de los departamentos de personal del hospital que -estos sí- conocen muy bien la ilegalidad de la orden.

Mal camino ha emprendido nuestra administración sanitaria. Nos coloca frente al «trágala» o la judicialización de los problemas laborales (ahí están muy cómodos); pero el cierre del camino negociador nos conducirá también, a la protesta, la no colaboración (ahí ya no lo estarán tanto) y la desmotivación generalizada.