El Departamento quiere dar nuevos bríos al buque sanitario vasco, algo renqueante, dicen. Hay que cambiar las velas. Las antiguas están viejas y rasgadas, no pueden -las pobres- impulsar el cada vez más cargado barco, y se está confeccionando un juego, nuevo y reluciente; ya se verá la calidad del velamen y su capacidad para aguantar el viento. La marinería -!ay la marinería!- siempre imprescindible, un poco más vieja, es verdad, pero todavía con fuerza para tirar de los cabos….. si se le trata bien; o para amotinarse si se siente apaleada.
Osakidetza tiene nuevos oficiales (como nuevos que son, despiertan ilusión y esperanza) esperemos, por el bien de todo el barco, que sepan orientar bien el rumbo.
¿Y los contramaestres? Algunos eran buenos y lo siguen siendo, la marinería les aprecia. Otros acaban de enrolarse, por sus obras los conoceremos. Pero quedan algunos de vieja escuela; éstos no pueden cambiar y a pesar de los nuevos tiempos continúan con las viejas costumbres.
Viejas costumbres, por ejemplo, las del Director de Salud Mental Extrahospitalaria de Gipuzkoa, que a estas alturas no se ha enterado de que los horarios ferroviarios desaparecieron de Osakidetza hace una década y pretende que los trabajadores tengan una jornada diaria de 7 horas y 4 minutos con firma a la entrada y a la salida. Por supuesto, esta jornada no ha sido comunicada, ni mucho menos negociada con la Junta de Personal, como es su obligación. Es más, para él, la Junta de Personal ni siquiera existe.
¿Quiere el Director de Salud Mental tener Psiquiatras y Psicólogos, motivados e implicados en su relación terapéutica, o prefiere profesionales fabricando frases hechas, a ritmo fijo de veinte palabras por minuto, entre la sirena de entrada y la de salida? Elija Vd la alternativa y comuníquesela al Consejero Bengoa, por favor.