La consulta no presencial está planteando problemas de diversa índole en especial al personal facultativo:
Los trastornos mentales afectan a un gran número de personas, produciendo un elevado nivel de discapacidad. Dentro de estos trastornos, existen patologías crónicas que aparecen pronto, siendo necesaria su intervención temprana, previniendo así mayores niveles de discapacidad.
España junto con Bulgaria y Albania, son los únicos países europeos que no disponen de la especialidad de Psiquiatría infantil y adolescencia; al no existir, se genera una atención deficitaria carente de la obligada sistematización, que brinde la continuidad y coherencia que recoja a este grupo de pacientes hasta su transición a la edad adulta.
En los medios es ya bien conocida la reivindicación de diversos estamentos, entre sociedades científicas, asociaciones de la especialidad y de familias, que reclaman el reconocimiento de la especialidad con un posicionamiento común y concensuado. Paralizada durante muchos años, actualmente a la espera de aprobación del Proyecto de RD redactado por el Ministerio de Sanidad con fecha del 17 de enero de 2018, el cual reza como razones de peso para la creación de la especialidad “…las necesidades de atención de la salud mental de los niños y adolescentes” “una especialidad de tan alto significado desde el punto de vista asistencial…”.
En este contexto el SME, apoya la demanda del sector y la necesidad de creación de dicha especialidad, junto a la habilitación de fórmulas de evaluación que convaliden los conocimientos y experiencia de los profesionales que hasta el establecimiento de la misma, vengan desarrollando esta práctica profesional; al igual que ha ocurrido en la puesta en marcha de nuevas especialidades en el pasado de nuestro sistema sanitario.
