Por la unidad de todos los médicos de Euskadi

 

Tras Cataluña y Madrid, la Comunidad Valenciana está dando pasos hacia la formación de una plataforma sindical médica unitaria. Si el proceso se culmina con éxito, tres de los Servicios de Salud más importantes del país, dispondrán de una voz única y potente, arma de gran valor para defender con éxito nuestras condiciones de trabajo ante las Administraciones Sanitarias.

Hace más de 20 años que no se daban unas condiciones externas tan favorables para la acción reivindicativa: Escasean los médicos (en algunas especialidades el déficit es clamoroso); la población, con una esperanza de vida (por suerte) considerablemente mayor, demanda más y mejores servicios sanitarios y los dirigentes políticos no pueden dejar de atender esta demanda; la percepción exterior generalizada habla de un Servicio Vasco de Salud disminuido en calidad porque existe déficit de personal, especialmente de personal médico, que, para colmo, está desmotivado; la prensa es consciente de que el salario real del médico ha disminuido y de que sus jornadas de trabajo (guardias) son prolongadas.

Hasta la Empresa coincide en buena parte de esta interpretación. El propio Consejero de Sanidad Gabriel Inclán, en varias apariciones públicas, ha admitido que la sanidad anda escasa de recursos y que se necesitan inversiones cuantiosas para mantener el nivel adquirido. También ha tenido que reconocer que los facultativos estamos desmotivados. Osakidetza y el Departamento de Sanidad han perdido la batalla mediática, tras la agitación laboral del año pasado. Ahora intentan recuperar el terreno perdido con una campaña de «inauguración de pantanos», no hay más que ver el gran número de apariciones del Sr. Consejero.

La conflictividad del año 2005, con una Osakidetza sin agarres y con presiones por todos lados, dio lugar a una subida del 20% en el precio de la guardia. La Empresa soltó presión por donde más barato le resultaba, aparcando expedientes mucho más costosos tales como la Carrera Profesional y la Pérdida Salarial.

Si algo nos impide a los facultativos el aprovechamiento y la explotación táctica de esta coyuntura tan favorable, es nuestra propia desunión, el fraccionamiento extremo que nos caracteriza, el empecinamiento en particularismos, personalismos, filias y fobias. No es garantía de éxito, pero sí condición necesaria, que todos los médicos y los facultativos en general, unidos, empujemos en la misma dirección. Cataluña, Madrid y Valencia han aprendido la lección.