Urgencias: Brecha profesional. Brecha salarial

Los servicios de urgencias hospitalarios son unos servicios que deben prestar atención sanitaria las 24 horas al día, durante los 7 días de la semana y los 365 días del año. Esta atención es muy especializada e implica una alta cualificación de sus profesionales.

Es bien sabido que el desempeño de su trabajo es especialmente arduo y penoso por varias circunstancias: Un alto porcentaje de la actividad se realiza fuera del horario laboral habitual de otros colectivos: noches, sábados, domingos y festivos. Su actividad está sometida inexorablemente al flujo de la demanda y la aparición azarosa de casos o accidentes graves, lo que implica una situación de estrés permanente. Esta situación de estrés se ve agravada adicionalmente cuando la demanda supera con creces los recursos estructurales y personales disponibles, algo que ocurre muy a menudo.

Realizan una importante tarea de formación de casi todos los médicos residentes de los hospitales, lo que implica una importante responsabilidad y carga de trabajo adicional, no reconocida ni valorada.

A diferencia de otros colectivos casi toda (>95%) su actividad laboral es estrictamente asistencial, y por ello la formación continuada, docencia, difusión del conocimiento e investigación, se realizan en la mayoría de los casos fuera de su jornada laboral.

Los médicos de Urgencias realizan concesiones continuas para poder mejorar y programar con eficacia las actividades asistenciales, aún a costa de perjudicar la conciliación familiar o social.  En muchos centros han renunciando a la libre disposición de los días de asuntos propios o al disfrute de vacaciones en fechas críticas como Navidades o Semana Santa por su compromiso con la organización y con el fin de prestar siempre la mejor atención posible a los pacientes.

Al no disponer aún del reconocimiento de la especialidad de Medicina de Urgencias, los profesionales que quieren ser urgenciólogos habitualmente eligen la especialidad de MFyC, porque durante la formación les permite adquirir y desarrollar los conocimientos y habilidades necesarios para trabajar en un servicio de urgencias.

En el proceso de contratación de profesionales para vacaciones con frecuencia se está primando y priorizando la contratación de médicos para Atención Primaria sobre los servicios de urgencias.

Estamos absolutamente de acuerdo en que la Atención Primaria reciba, por fin, la dotación de personal y de recursos que requieren y que es necesaria para asegurar su papel de primer eslabón en la cadena de la atención sanitaria. Sin embargo, esta mecánica en la priorización del proceso de contratación supone un perjuicio  muy grave, teniendo en cuenta que  se está impidiendo la contratación en algunos servicios de urgencia de médicos de familia con perfil en Medicina de Urgencia.

Que estos profesionales se vean obligados a trabajar en otro nivel asistencial que no es su primera elección supone una abrumadora pérdida de muchos esfuerzos, horas de formación y de un potencial profesional extraordinario.

Por otra parte, la escasa contratación de nuevos profesionales para los servicios de urgencias se hace en condiciones precarias. La mayoría de los contratos lo son en periodo estival por tiempo muy limitado cubriendo turnos y jornadas extensas y sin expectativa de continuidad a diferencia de otros colectivos (por ejemplo, contratos estables y flexibles de A.P.).

Al no disponer la mayoría de los servicios de urgencias de una dotación adecuada de plantilla estructural y/o funcional que cubra el calendario durante todo el año, muchos médicos de urgencias se ven forzados a realizar horas extras que no pueden compensarse de otro modo más que mediante el pago monetario. Con frecuencia este exceso horario se paga en algunos servicios de urgencias en concepto de atención continuada (-como guardia-) ya que la Organización aun considera erróneamente que la labor en urgencias es “expectativa de trabajo” cuando todos sabemos que los facultativos ( y resto de personal ) de urgencias trabajan en turnos de constante  actividad para satisfacer la creciente demanda.

Esto hace que algunos médicos de urgencias prefieran realizar las horas extra en otros centros (PAC, Emergencias, Atención primaria.) donde son mejor consideradas.

Esta fuga de profesionales motivada por la carencia de posibilidades de desarrollo profesional y por la ausencia de continuidad y estabilidad en los contratos, dificulta el desarrollo y renovación de los servicios de urgencias.

No se entiende por qué los facultativos de los Servicios de Urgencias son tratados por la Organización de forma discriminatoria con respecto a otros profesionales de igual categoría.

Los médicos de urgencias no solicitan un trato especial, pero si demandan el respeto a su trabajo, singularidad y dignidad. Son la primera línea del frente en muchas tareas vitales y primordiales y la necesaria retaguardia o la última línea en algunas otras.