
Opiniones
12 de abril: Día Internacional de la Atención Primaria
La atención primaria es la base de cualquier sistema de salud sólido y eficiente

Su valor radica en su accesibilidad, atención integral, seguimiento continuo, enfoque preventivo y en su papel como filtro y coordinador del acceso a la atención hospitalaria. Además, fomenta una relación más humana entre profesionales y pacientes. En definitiva, una atención primaria fuerte mejora la calidad de vida de la población y optimiza los recursos sanitarios.
Sin embargo, el panorama actual es preocupante. La fuga de jóvenes profesionales con talento, tanto al extranjero como a la medicina privada, es una realidad. En la última convocatoria MIR, 246 plazas de Medicina de Familia quedaron sin adjudicar, lo que evidencia la urgente necesidad de empoderar esta especialidad.
Revertir esta situación no pasa por reducir el periodo de formación MIR, sino por una combinación de cambios estructurales, un mayor reconocimiento profesional y un fortalecimiento del papel del médico de familia en el sistema de salud.
Algunas líneas estratégicas son:
- Revalorizar la especialidad, otorgando mayor visibilidad y prestigio a los médicos de familia.
- Incentivar a los profesionales con mejores condiciones laborales y oportunidades de desarrollo.
- Aumentar la inversión en atención primaria, garantizando recursos suficientes para infraestructuras, personal y tecnología.
- Reducir la burocracia, mediante herramientas digitales eficientes y delegando tareas administrativas a otros profesionales.
- Ajustar las agendas, evitando la sobrecarga de consultas y permitiendo una atención de calidad.
- Fomentar la formación continuada de calidad para mejorar la actualización y capacitación de los profesionales.
- Incrementar la presencia de la Medicina de Familia en los planes de estudio, para hacerla más atractiva a los futuros médicos.
- Otorgar mayor autonomía a los médicos de familia, permitiéndoles realizar procedimientos y pruebas diagnósticas sin necesidad de derivar constantemente a especialistas.
- Fortalecer la colaboración entre la atención primaria y especializada, para mejorar el seguimiento del paciente.
Reforzar la Medicina de Familia no solo beneficia a los profesionales, sino que también mejora la salud de la población y optimiza el sistema sanitario en su conjunto. Para lograrlo, todo el colectivo debe unirse y hablar con una sola voz, exigiendo las mejoras que esta especialidad y la sociedad necesitan.