Opiniones
Sagardui ofrece argumentos vacíos de contenido para justificar una campaña de vacunación desorganizada que no parece capaz de reconducir
En el SME conocemos de primera mano desequilibrios en las vacunaciones de las diferentes OSIs de Euskadi y, lo que es peor, cancelaciones y retrasos en citas para la segunda dosis
Tres semanas hace ya que comenzó la campaña de vacunación para inmunizar a los profesionales sanitarios contra la Covid-19. Tres semanas de caos y falta de transparencia que parecen no tener fin. Han sido días convulsos en los que hemos asistido con asombro a continuos episodios vergonzantes. Y los errores no se enmiendan.
El punto de partida ya fue un absoluto desastre. La información que la Dirección de Osakidetza nos proporcionó en la Comisión Corporativa de Seguridad y Salud Laboral del pasado 8 de enero distaba mucho de lo que tan solo 5 días después leímos en los medios [puedes leer lo que sucedió aquí].
Es un hecho que la claridad no ha sido el punto fuerte de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, en ningún momento de la campaña. Y, tres semanas después, continúa sin serlo. Tras las vacunaciones irregulares destapadas por los medios, la consejera ofrece explicaciones públicas ante el Parlamento Vasco y mediante entrevistas en medios de comunicación. Pero no admite haber cometido errores ni incongruencias. Entonces, ¿cómo se va a corregir y reconducir una campaña de vacunación totalmente desorganizada y caótica si ni siquiera hay un reconocimiento de lo que se ha hecho mal?
Sagardui dice que 11.400 profesionales han comenzado a inmunizarse. Y asegura: “Nuestro plan ha funcionado”. Es más, se pregunta cómo es posible que se pueda hablar de caos cuando, según ella, Euskadi ha conseguido que todas las vacunas que han llegado vayan a los colectivos que están priorizados.
¿Cómo es posible mentir así? O lo que es aún peor, ¿es probable que la máxima responsable de Osakidetza desconozca la situación real de la vacunación en las distintas OSIs? Sabemos de muy buena tinta que muchos trabajadores especialmente expuestos a pacientes Covid aún hoy no han recibido ni siquiera la primera dosis de la vacuna. ¿Cómo explica la consejera que el personal de emergencias, que acuden a domicilios sin saber qué tipo de paciente o situación se van a encontrar o que trasladan a un enfermo Covid (+) en un habitáculo reducido como una ambulancia, con el riesgo de contagio que ello supone, no hayan sido vacunados y ni siquiera citados? Es una auténtica desfachatez.
Pero eso no es todo. Según Sagardui, se cuenta con una estrategia que permite que el proceso de inmunización (la segunda dosis) se pueda finalizar. Insiste, además, en que la segunda dosis está garantizada para todos los que han recibido la primera. Quizá solo para Eduardo Maiz y José Luis Sabas, entre otros directivos. Porque de nuevo, sabemos de primerísima mano que, en algunos centros de salud, han llamado para cancelar la cita de la segunda dosis y sin ofrecer ninguna explicación. ¿A qué se deben estos retrasos? ¿Por qué nadie nos da explicaciones? ¿Es que no hay vacunas o se han derivado a grupos de mayor prioridad? Y es que cabe preguntarse por qué esta demora en una campaña tan poco común como esta en la que se supone que se debe ser muy estricto a la hora de aplicar la segunda dosis de cara a garantizar la efectividad de las vacunas.
Aunque la Consejera diga que están reordenando los procesos para que lleguen dosis a las organizaciones, continúan produciéndose contrasentidos. Estos son solo algunos ejemplos a día 2 de febrero de 2021.
Estos ejemplos demuestran los desequilibrios y el descontrol que se está produciendo en el proceso de vacunación. No nos sirven las explicaciones de Sagardui: “Los circuitos de solicitud (de dosis) están establecidos y las OSIs hacen la planificación”. Ni estas frases con argumentaciones vagas y vacías de significado:
En estas 3 semanas, nada de esto se está cumpliendo. Y no hay perspectivas de mejora. ¿Cuándo reconocerá la consejera Gotzone Sagardui que esta campaña de vacunación está siendo un absoluto descontrol y se dignará a tomar medidas reales y efectivas? Que deje de tratar de limpiar su imagen y baje a la tierra para ver qué es lo que está ocurriendo en el día a día.
Más allá de cualquier irregularidad, al SME lo que más le preocupa es que trabajadores prioritarios continúan sin ser vacunados a día de hoy. Esto no puede ser. Exigimos a la Administración que aplique los criterios y protocolos que tantas veces nos ha contado y que, al parecer, en algunas organizaciones de servicios, brillan por su ausencia. Seguiremos vigilando muy de cerca lo que está ocurriendo. Para ello necesitamos tu colaboración y que participes en esta encuesta [pincha aquí].