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DÍA MUNDIAL de la Atención Primaria: la importancia del primer nivel en la asistencia sanitaria

Es 12 de abril, el Día Mundial de la Atención Primaria. Y, por segundo año consecutivo, lo celebramos en plena pandemia. Porque, por desgracia, tras 436 días luchando sin descanso, el coronavirus no nos ha abandonado y sigue condicionando nuestras vidas

Atención primaria

La Atención Primaria constituye el núcleo del Sistema Nacional de Salud (SNS). Es el primer punto de contacto de los pacientes y sus familias con el SNS y el encargado principal del sistema en servicios de prevención y promoción de la salud. Además, quienes trabajan en la Atención Primaria se convierten en los referentes del paciente, tanto a la hora de atender como orientar a estos en la buena utilización de los recursos sanitarios.

En Euskadi disponemos de 131 UAPs (Unidades de Atención Primaria) y 320 centros de salud, en los que trabajan 1.404 médicos de familia y 323 pediatras. No es suficiente. Porque, aunque se ha establecido un máximo de 35 actos médicos (consultas presenciales, telefónicas, administrativas y avisos domiciliarios) para garantizar una agenda de calidad, gran parte de los médicos superan los 40 cada día, algunos incluso llegan a los 50.

La Atención Primaria se encuentra al borde del colapso. Es más, lleva sufriendo un deterioro progresivo desde antes de la crisis del 2008. Esta precarización se ha visto agravada por la pandemia. Al igual que ha ocurrido en el resto de ámbitos sanitarios, en el último año y medio se han puesto de manifiesto las carencias del sistema y nos hemos tenido que enfrentar a múltiples dificultades. Pero somos un grupo de profesionales que, con poco, hacemos mucho.

La Atención Primaria es crucial en el sistema sanitario. Es el primer eslabón de la cadena de atención a los pacientes. Si se resiente la AP, repercute directamente en el ámbito hospitalario y resto de niveles asistenciales, con la merma que eso supone en la calidad de atención que se le da a la ciudadanía.

Por ello, desde el SME, recordamos nuestras reivindicaciones para todo el colectivo de facultativos:

  • Dotación de recursos humanos y materiales suficientes para abordar cualquier contingencia.
  • Puesta en marcha de la Carrera Profesional con especial reconocimiento a la labor realizada durante el último año de pandemia.
  • Recuperación del poder adquisitivo perdido desde el año 2010.
  • Estabilización de la plantilla con OPEs por categorías, con gran oferta de plazas, frecuentes y rápidas.
  • Reconocimiento a la tutoría de MIRes.
  • Dotación económica para promover y garantizar un plan de formación continuada para profesionales.

Y, además, para la Atención Primaria, concretamente, exigimos:

  • Otorgar a cada médico la capacidad de autogestionar su agenda.
  • Dado el envejecimiento de la población y las cargas progresivas de trabajo, reajustar los cupos a 1.200 TIS para médicos de Atención Primaria y 800 para Pediatría.