2016-09-22 16:42:28 smedico
Estrenaremos Gobierno y nuevo Departamento de Sanidad. No sabemos qué partido será el dueño de nuestros destinos ni cómo se llamarán los ejecutivos que nos tocarán en suerte. Lo que no tiene duda es que la historia reciente nos da motivos el escepticismo.
Desde 2009 todo viene derivando a peor. Dejando aparte los recortes asistenciales a la población, por todos conocidos, los facultativos de Osakidetza hemos padecido -seguimos padeciendo- considerables desgarros en nuestro salario, mucha mayor presión laboral y, salvo unas pocas y honrosas excepciones, un estilo de jefatura crecientemente despótico. Y eso que esta pasada legislatura iba a ser “la de los profesionales” (Darpón dixit). Pero tampoco vamos a resignarnos
Habrá que recordar a quien venga, que la Carrera Profesional sigue paralizada, que se deben varios miles de euros a más de 2.000 facultativos; y que muchos más están esperando que la reactiven para ejercer su derecho a progresar de nivel.
Repetiremos otra vez, y van unas cuantas, que la Atención Primaria ha llegado a límites de presión asfixiantes, con sustituciones a cuentagotas y las plantillas de todos los días incompletas por sistema. Del verano y sus penurias mejor ni hablar y de los agobios de la pediatría en los Centros de Salud otro tanto.
Habrá que insistir a los nuevos jerarcas (a los actuales se lo hemos denunciado mil y una veces) que las leyes están para cumplirlas y que ya vale de oscurantismo, arbitrariedad y enchufismo a la hora de dar contratos y nombramientos temporales, mientras se recurre al miedo para que los agraviados renuncien a defenderse en los tribunales.
Deberemos recordar que el Acuerdo de Condiciones de trabajo no puede ser interpretado a gusto de cada gerente de OSI. Así nos encontramos diferencias sustanciales en la aplicación de licencias, permisos y complementos salariales (turnicidad…) Esto es el ejército de Pancho Villa.
Comprobaremos si las Unidades de Gestión Clínica siguen siendo, como parecen, otro invento vertical y autoritario, pesebre de más enchufes, o bien corrigen su rumbo hacia un auténtico sistema de participación responsable y recompensada para todos los facultativos de los servicios. ¿Una utopía?
No vamos a extendernos en detalle, porque terminaríamos escribiendo un memorial, pero qué menos que citar algunas otras cosas: OPEs insuficientes, eventuales que debieran ser interinos, paga extra 2012 a medio recuperar, salarios directamente disminuidos desde 2010, ampliagenda y amplihorario de AP desaparecidos ….
Todo esto lo repetiremos –una vez más- a quienes vengan a gobernar Osakidetza. Por insistir no va a quedar.
