2011-06-03 15:25:20 smedico
Los incentivos económicos para los directivos de Osakidetza han subido considerablemente. Los hechos se remontan a unos meses y es ahora cuando hemos conocido detalles y cantidades concretas. Como casi siempre ocurre, la prensa adicta calla y la de la oposición grita con altavoz. El revuelo entre los sanitarios es monumental, como no puede ser de otra manera con el panorama actual. En las líneas que siguen haremos un análisis lo más objetivo posible, o al menos lo intentaremos.
En primer lugar los datos:
- El importe total realmente pagado en 2010 asciende a 947.499 ‚¬, lo que significa un 24,2% de incremento sobre los 762.883 ‚¬ presupuestados.
- La cuantía media obtenida por cada directivo en concepto de incentivos ha subido un 41%
- Los topes máximos a percibir han subido, colocándose en 10.000 ó 12.000 ‚¬ según el volumen de cada organización.
- El objetivo más ampliamente logrado (90% de media) ha sido el de moderación en el gasto de personal.
- Los objetivos ligados a la estrategia de crónicos, se han quedado en cifras del 15 al 34%.
En segundo lugar, la cronología de los hechos y su contexto
- En Mayo-Junio de 2010 se aplica a todo el personal un primer recorte salarial.
- En Julio de 2010 se establece el nuevo modelo de incentivos para los cargos de Osakidetza, modelo que incrementa las cantidades a percibir, con carácter retroactivo a Enero de 2010.
- En Enero de 2011 se nos aplica un segundo recorte salarial.
- En Febrero-Marzo el Director General de Osakidetza anuncia un posible tercer recorte para la segunda mitad de 2011, que, de momento, no se ha materializado.
- En estos mismos meses conocemos (por filtraciones) un llamado Plan de Mejora y Contención del Gasto, que nunca ha visto oficialmente la luz, y que señala las líneas estratégicas orientadas a una política de «ahorro presupuestario».
- En Abril de 2011, los nuevos incentivos al cuerpo directivo entran oficialmente en vigor
Vaya por delante que un directivo, como cualquier trabajador, tiene derecho a un salario acorde con su categoría profesional y su dedicación; otra cosa es la discusión sobre cuáles deben ser los límites y componentes de ese salario, por no hablar de la opinión que nos pueda merecer la labor o el estilo de algunos directivos. No es en estos aspectos, pues, donde basaremos nuestra crítica, sino en otros que se desprenden con claridad de los datos y los hechos arriba expuestos.
Es evidente que el incremento que comentamos, en el contexto actual, es un agravio comparativo intolerable, cuando a todos los demás empleados públicos se nos pide (y se nos impone) austeridad, y rebajas salariales.
La forma en que Osakidetza ha actuado es una burla para los sanitarios y la opinión pública, pues alardeando de aplicar rebajas salariales para todos (también para los directivos) urde al mismo tiempo un plan de incentivos destinado a burlar la rebaja… para algunos.
El grado de cumplimiento de unos objetivos, los ligados al gasto en personal, y la pobreza de otros logros, demuestran cuál está siendo la preocupación preferente de los cargos directivos de Osakidetza y a qué vienen dedicando sus esfuerzos. En definitiva, Osakidetza termina haciendo lo mismo que Telefónica o el Banco Santander, es decir, primar a los directivos para que aprieten más y mejor a los subordinados.
Ya no se oye tanto aquella llamada del Consejero a la «colaboración de los profesionales».. ¿serán imaginaciones, o es que le está empezando a dar vergí¼enza?