2017-09-14 12:47:22 smedico
Nubes negras en el horizonte; amenazan lluvias fuertes. Una vez más, es muy posible que los facultativos de AP tengamos que soportar todos los conflictos que el sistema es incapaz de digerir.
Los orígenes son de sobra conocidos:
Empieza con una querella sobre funciones entre Medicina y Enfermería. No entramos ahora en el fondo del asunto aunque la complejidad del tema y sus implicaciones profesionales y laborales son cruciales para el futuro de nuestra profesión.
Sigue con una llamada de las organizaciones de enfermería (Colegios de Enfermería y SATSE) exigiendo la prescripción médica sistemática previa a cualquier intervención de enfermería, incluyendo las del programa masivo de vacunaciones.
La Consejería de Salud emite (2016) una Orden de vacunación general y la asimila a una prescripción médica de validez general. El Consejo de Enfermería pleitea contra la Orden. El Juzgado verá el fondo del asunto en Febrero 2018 pero entretanto ordena la paralización cautelar de la Orden.
A las puertas del otoño asoma la campaña de vacunación antigripal. Cientos de miles de “actos de enfermería” que, sin duda, exigirán cientos de miles de prescripciones médicas.
¿Qué opciones existen?
- Que médicos de alta dirección (Dirección Médica de las OSI, Direcciones de Integración Asistencial…) emitan prescripciones nominales múltiples en sus OSI.
- Que Medicina Preventiva lo haga de la misma forma.
- Que sean los JUAP de cada Centro de Salud quienes se responsabilicen de todas las prescripciones de su centro.
- Que la tarea recaiga sobre todos y cada uno de los médicos (y médicas) de Atención Primaria, bien en forma de prescripción múltiple (unos 300 nombres por cupo) o validándolos todos, uno por uno, tras abrir y consultar su historia clínica.
- Que se libere de esta nueva carga al personal médico estructural (ya suficientemente agobiado) contratando médicos “ad hoc” durante la campaña vacunal, y que se contrate en número suficiente para garantizar que las vacunaciones se hagan con seguridad jurídica. Ni qué decir tiene que esta última opción es la que sostenemos desde el SINDICATO MEDICO. Así se lo hemos transmitido a OSAKIDETZA.
¿Qué hará Osakidetza?
No lo sabemos, pero podemos intuirlo.
En principio, su intención es preparar una herramienta informática para que cada facultativo de AP pueda prescribir la vacuna antigripal, de forma masiva (si así lo desea) semimasiva o individualizada, pero siempre asumiendo la responsabilidad de la prescripción.
Allí donde los médicos acepten sin resistencia el cometido, la “solución” caerá, con toda seguridad, sobre los hombros del médico de familia
Donde haya resistencia y protestas, quizás se terminen arbitrando otras formas de solventar el problema, que pueden ir desde la delegación en el JUAP hasta la contratación de algún personal eventual o contraprestaciones por la labor realizada (déficit horario). Habrá de todo.