2020-02-07 09:13:22 smedico
“La silla es la innovación más importante de los últimos años, pues nos permite sentarnos al lado del paciente, escucharlo y explorarlo” Dr. Gregorio Marañón (1887-1960)
“Humanización de la medicina”, “Relación Médico-Paciente”, ”El Paciente como eje del Sistema”. Conceptos repetidos en boca de responsables sanitarios, organizaciones médicas y de pacientes, ciudadanía y personalidades médicas de reconocido prestigio. De hecho, este año 2019, en su 120º aniversario, el Colegio de Médicos de Gipuzkoa ha dedicado sus actos de celebración a la “Humanización de la Medicina”. El Foro de la Profesión Médica de la Organización Médica Colegial, en su reunión de 2018, propuso a la UNESCO la “Relación Médico-Paciente” como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. “El Paciente como eje del Sistema” es un auténtico mantra de todos los pomposos discursos de Osakidetza.
Todos ellos se refieren a poner en valor la parte humana de una persona a quien se le quiebra el pilar básico de su existencia: la Salud.
Para abordarlo, la parte técnico-científica es fundamental, junto con el soporte organizativo. Pero en la Sanidad Pública ambos factores se ven condicionados por los presupuestos destinados y por las condiciones laborales de sus trabajadores/as.
Cuando hablamos de la Humanización de la Medicina, a todos nos viene a la cabeza el encuentro de un paciente con su médico y el modo en el que éste le “trata”. Pero es algo más; es la humanización del propio Sistema Sanitario y el facilitar que ese encuentro Médico-Paciente -el más importante para el paciente- pueda tener la calidad y la calidez imprescindibles para dar por buena la palabra “Humanización”. Para ello la comunicación y empatía del médico son imprescindibles.
El momento en que se produce esa “Humanización”, “Relación Médico-Paciente” o “Atención centrada en el paciente” es el tiempo que dedica el médico al paciente en la consulta presencial.
¿Cuál es la realidad?
-En el mejor de los casos 10 minutos por paciente en AP y en torno a los 5 en especializada. De estos hay que descontar el tiempo de cortesía entre entrada y salida, interrupciones varias y la consiguiente pleitesía obligatoria al sistema informático (sin consenso ni formación) –verdadero “Eje del Sistema” y no el paciente – con el objetivo principal de facilitar el trabajo de quienes no ven pacientes de modo presencial.
-En estos escasos 3-4 minutos que le quedan al médico para escuchar, explorar, valorar y hablar al paciente y familiares mientras le mira a los ojos -amén de resolver sus dudas- es donde el médico tiene que poner toda la calidad y calidez humana que le puedan quedar. Todo ello adobado con la fuente de estrés añadido que les supone al médico y al paciente el retraso estructural de la hora de la consulta. Pero es que, además, en estas pésimas condiciones humanas para ambos, la comunicación y empatía para dar la información adecuada sobre diagnósticos graves, tratamientos, intervenciones quirúrgicas e implicación de paciente y familiares, es imposible con los criterios mínimos que exigirían lo que todos entendemos por “Humanización”, “Relación Médico-Paciente” o “Paciente como eje del Sistema”.
-Las Consultas No Presenciales (CNP) de la atención especializada –cada vez más presentes en Osakidetza- son la antítesis de la “Humanización”, “Relación Médico-Paciente” o “Paciente como eje del Sistema”.
Mientras tanto, la propia OMS, el pasado 17/09/2019 (Día Mundial para la Seguridad de los Pacientes) afirmaba que “más de 138 millones de pacientes se ven perjudicados por errores médicos y 2,6 millones mueren cada año”. ¿Seguro que estos escasos 3-4 minutos de atención a nuestros pacientes y las CNP no tienen nada que aportar a estas cifras?
Desde el SME somos sensibles a esta realidad, tanto por la parte humana como por las repercusiones negativas que tiene sobre el trabajo físico y emocional del colectivo médico.
Lo triste es que muchas veces observamos este paisaje con la fatalidad de quien asume que “esto es lo que hay”, y lo damos como “lo normal”. Pues bien, no es “lo normal”; es manifiestamente mejorable y, como tal, debemos empezar a cambiarlo exigiendo, como médicos y como Sindicato Médico, que en nuestra empresa se implementen los cambios necesarios para que los médicos y las médicas tengan el tiempo suficiente en la consulta presencial con sus pacientes para ofrecerles la mejor “Relación Médico-Paciente”, para que se haga más “Humano” su periplo por la enfermedad, de modo que les haga sentir de verdad que “El paciente es el eje del Sistema”. Todo lo demás son palabrerías vacías de contenido.
Quienes pasamos consulta a diario, o como pacientes o familiares hemos pasado “por el otro lado”, sabemos de qué estamos hablando.
“Los profesionales son el alma del sistema sanitario y los pacientes el verdadero eje central”
Nekane Murga Eizagaetxebarria (Médica y Consejera de Salud de la CAV)