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El SME pide determinación a la nueva Consejera de Salud para revertir el permanente declive de la sanidad vasca

Reclama al nuevo gobierno que aporte los recursos necesarios para que Osakidetza pueda hacer frente a las necesidades sanitarias de la sociedad

El Sindicato Médico de Euskadi pide a la nueva Consejera de Salud, Gotzone Sagardui, que revierta los recortes de la última década y paralice así el deterioro progresivo de la sanidad vasca, que ha provocado la desconfianza del personal sanitario en sus directivos, la pérdida de calidad asistencial y el descontento de la ciudadanía.

Del mismo modo recuerda a la nueva responsable que la pandemia provocada por la COVID-19 ha puesto de manifiesto la debilidad de nuestro sistema sanitario, que ha podido hacer frente a la crisis gracias a la vocación y esfuerzo de sus profesionales.

En este sentido, el Sindicato Médico de Euskadi insiste en que la actual situación de desbordamiento de la Atención Primaria y la falta de facultativos en este área, es producto de esta política de recortes, que, de no haber existido, habría permitido tener una dotación de personal capaz de garantizar la calidad asistencial necesaria más aún en estos momentos críticos.

La escasa oferta de plazas para médicos, así como la reiterada utilización de contratos precarios ha provocado, como reconocía la anterior consejera, Nekane Murga, la ausencia de facultativos disponibles en las listas de contratación.

Formar un médico requiere una gran inversión por parte del sistema que, si no se incentiva adecuadamente al profesional, se acaba perdiendo con la marcha de este a otras comunidades, incluso a otros países, en busca de una estabilidad y unas condiciones laborales dignas.

“Medicina de guerra” e incremento de las agresiones

En opinión del SME una de las consecuencias de esta mala gestión es que los médicos de Atención Primaria, obligados por sus superiores que pretenden maximizar los recursos, se ven abocados a practicar una “medicina de guerra”, que les impide realizar un adecuado control y seguimiento de sus pacientes crónicos.

En este sentido, el SME advierte que, si antes de la pandemia estos facultativos atendían cupos de 35-40 pacientes al día, en la actualidad se ven forzados a realizar en el mismo tiempo entre 50 y 70 actos médicos; cubriendo las ausencias de otros compañeros incluso prolongando sus jornadas para poder asistir adecuadamente a la población.

La sociedad, a la que Osakidetza no ha informado de cómo ni por qué continúan las consultas telefónicas, a menudo paga su frustración con el médico, a quien considera responsable de este cambio en el modelo asistencial. No en vano se ha constatado un alarmante incremento de agresiones a sanitarios, en especial al personal facultativo, tal y como corroboran las sociedades científicas de Medicina de Familia. Por otro lado, la necesidad de ser atendidos presencialmente está llevando a muchos pacientes a saturar PAC y Urgencias Hospitalarias.

Aprender de los errores y apostar por las personas

El Sindicato Médico de Euskadi invita a la nueva Consejera de Salud a que extraiga las enseñanzas que nos ha aportado esta crisis y que, lejos de aplicar la política de recortes con la que amenazaba el Lehendakari, acometa con audacia un plan de inversiones para revitalizar las estructuras de Osakidetza, como ya han empezado a hacer en otros países.

Un proyecto que dé valor al eje del sistema de salud: sus profesionales. Solo una plantilla bien dotada podrá hacer frente a las necesidades de la sociedad, en esta segunda o futuras oleadas de coronavirus.

Por ello, reclamamos una política de recursos humanos que garantice la ampliación y estabilización de la plantilla para evitar la fuga de profesionales y atraer a aquellos médicos que emigraron en su momento.

El SME, como representante mayoritario de los facultativos de Osakidetza, tiende la mano a la nueva Consejera de Salud, para sentarse y lograr entre todas y todos, que la sociedad vasca recupere la calidad asistencial que se merece.

Bilbao, a 8 de septiembre de 2020