Notas de prensa
Situación de la Atención Primaria, la mala gestión y planificación de Osakidetza
Tras leer las declaraciones de la Consejera hoy, miércoles 8, y la Directora General de Osakidetza y la Subdirectora de Atención Primaria anteayer, lunes 6, el Sindicato Médico de Euskadi y el colectivo facultativo al que representamos, queremos manifestar nuestra más profunda indignación
En vez de reconocer la labor ingente del personal facultativo y potenciar la figura del colectivo médico, asistimos con asombro y enfado a una campaña de desprestigio de los profesionales de cara a la ciudadanía. Que si se están ofertando 3000 euros en horario de 8 a 15 h, que si hay MIR que han terminado su formación y se toman unos meses sabáticos o se van a una ONG… Vamos, resumiendo, unos hippies que no quieren trabajar ni siquiera por un dineral. Cada cual tiene sus inquietudes personales y su derecho a decidir cuándo y cómo quiere comenzar su trayectoria profesional. Es algo que todo el mundo debería respetar.
El salario medio bruto de los vascos y las vascas ronda los 2.278 euros/mes. Para una persona que se ha pasado 10 años de su vida formándose y capacitándose para poder ejercer su profesión y cuya máxima responsabilidad es cuidar de la salud y vida de la población, 700 euros de diferencia no parecen una barbaridad.
Difíciles condiciones
En los servicios de atención inicial al paciente, sobre todo en la Atención Primaria, las condiciones de trabajo son pésimas. En la mayoría de los centros están, sistemáticamente, a falta de dos o tres facultativos/as. Es decir, que hay plazas de gente que se ha jubilado, que está de baja o ausente por otros motivos, que no se cubren. ¿Qué repercusión tiene esto en el resto? Pues que el personal médico se ve obligado a trabajar el doble para poder atender a los y las pacientes, bajo mucha presión y con riesgo de cometer errores médicos, a veces de gran trascendencia y consecuencias graves. Amén de que pensar en conciliar la vida familiar en estas circunstancias es una utopía.
Si a esto añadimos, que en la mayoría de países europeos el salario bruto del personal médico es mayor de 120.000 euros/anuales, la a priori “atractiva oferta de Osakidetza” ya no resulta una bicoca. Prueba de ello es que en los últimos 10 años se han “fugado a Europa” unos 20.000 profesionales médicos del conjunto de comunidades. En el estado español se invierte tiempo y dinero en la formación MIR y luego ese talento se lo llevan el resto de países europeos. Es decir, aquí “invertimos en el producto, pero los beneficios se los lleva Europa”. Menudo negocio.
Malas perspectivas
La cosa va a ir a peor. En el plazo de 5 años se van a jubilar unos 500 médicos/as en Atención Primaria. Y, como Osakidetza no ha sido previsora, no puede garantizar el relevo generacional de los y las profesionales.
Se supone que el sueldo de los cargos de responsabilidad de Osakidetza, se sustenta en su labor gestora y, a pesar de ello, parece que ya han “tirado la toalla” al decir que los vascos “tendrán que desplazarse para ser atendidos” o “que la enfermería tendrá un papel cada vez más protagonista para resolver procesos leves y compensar, de alguna forma, la reducción de facultativos”.
En vez de hacer su trabajo y buscar la manera de invertir más y mejor en Atención Primaria y Sanidad, Osakidetza pretende que el colectivo de enfermería, que es esencial en la promoción de la salud y el cuidado del paciente, asuma una responsabilidad para la que no está capacitado. El diagnóstico y tratamiento de los/as pacientes es única y exclusivamente competencia del colectivo médico.
Si Osakidetza no se ve capaz de solventar de raíz a corto y medio plazo la grave situación de la que es motor del sistema sanitario, deberá reforzar aquellos puntos, no menos importantes, de atención inicial y continuada a pacientes como son los PAC y Urgencias Hospitalarias, ya que hay más personal facultativo (incluso de otras Comunidades Autónomas) dispuesto a trabajar en estos ámbitos. En el escenario actual parece la única forma de respaldar a la Atención Primaria y garantizar la cobertura asistencial médica de la población.
Por todo ello, desde el SME, exigimos a Osakidetza que deje a un lado su actitud derrotista, se esfuerce de verdad y se centre en buscar soluciones en vez de aplicar medidas paliativas que no conducen a nada, para así poder garantizar la Atención Primaria y el Sistema de Salud Público de calidad que merece la ciudadanía vasca.