La guerra judicial contra la Carrera Profesional

La guerra judicial contra la Carrera Profesional

Nos resistimos a dar el digno nombre de «Carrera Profesional», a lo que más parece un «Complemento de Fidelidad a los Dirigentes de Osakidetza» concebido a mayor gloria de los intereses y objetivos publicitarios de sus dirigentes; no obstante, en cumplimiento de la obligación sindical de defender a los facultativos, hemos llevado a los tribunales todo lo concerniente a este asunto:

Hemos efectuado una demanda sobre el Decreto básico de Carrera. Se ha visto ya el juicio en el Tribunal Superior de Justicia y estamos a la espera de que se dicte sentencia.

Hemos demandado la Primera Convocatoria de Niveles (más de 16 años de servicios prestados). El juicio fue inicialmente suspendido y estamos a la espera de que se fije una nueva fecha.

Hemos demandado la Segunda Convocatoria de Niveles (menos de 16 años). El juicio se verá en breve espacio de tiempo.

Es todo lo que cabe hacer colectivamente por la vía institucional judicial. El número de irregularidades y arbitrariedades que contienen el Decreto y las Convocatorias es tan grande que lo razonable sería esperar que la justicia nos diera la razón. No obstante, ahí tenemos el interminable asunto de las guardias y las horas extras para ver cómo, cuando no quiere problemas, la Justicia puede conceder la razón, pero al mismo esta razón termina no sirviendo para nada.

Lo repetiremos una vez más, para que lo oigan hasta los sordos: Predicar «sangre, sudor y lágrimas» no es muy popular, pero hay que afrontar la realidad:

Los tribunales no resolverán nuestros problemas ni vengarán las injusticias; somos nosotros los médicos, con unión, decisión y trabajo, los que debemos y podemos defendernos.