Ya lo dice desde hace tiempo la sabiduría popular: No es lo mismo predicar que dar trigo.
Nuestro Departamento de Sanidad es especialista en predicaciones.
Ya ha demostrado, en numerosas ocasiones, que maneja con soltura el noble arte de discursear sin decir, de practicar recortes en los servicios mientras, al mismo tiempo, vende grandes proyectos (por el momento, poco más que eslóganes) que nunca se terminan de ver…
Decimos que no es lo mismo predicar que dar trigo porque hace muy poco tiempo, el Departamento de Sanidad se descolgaba con un flamante proyecto de creación inmediata de Consejos de Gobierno (a partir de Enero) destinados a dar «cauces de participación a la sociedad civil» «democratizar la gestión» «introducir prácticas de buena gobernanza» y toda la serie de grandes palabras que acostumbran acompañar a este tipo de declaraciones solemnes. Entre las atribuciones de estos consejos figura en lugar destacado su futura intervención en la «designación y fiscalización de gerentes sanitarios». Pues bien; a las pocas semanas de esta estimulante
prédica, el Consejo de Gobierno de Osakidetza, tras aprobar un cambio radical en la organización sanitaria de Gipuzkoa, procede a un movimiento masivo de Directivos, y, por supuesto, lo hace (como siempre) a puro dedo. í¿Tanta urgencia tenía la remodelación geográfica?
Lo peor de todo es que la propia legislación vigente obliga a designar a los directivos de hospitales y comarcas mediante concurso abierto y respetando los principios de igualdad, mérito y capacidad. Es la teoría, pero la Administración no quiere renunciar al dedo, áfaltaba más!